Menú anti crisis

En el restaurante que me apetece hoy cenar está en lo alto de la montaña. Se reserva por persona. No se admite acompañante. La reserva se hace por adelantado y el menú se pide por teléfono. Se deja totalmente listo y preparado antes de la llegada del cliente, de tal manera que cuando llega no ve a nadie, está totalmente solo y a oscuras, únicamente iluminado por las luces de las velas. Se entra por la puerta que está ajustada sin estar cerrada. No hay timbre en la puerta solo hace falta empujarla.

De primer plato, delante de la vista de la montaña totalmente oscura. "Gritos desgarrados", se sirven fríos y es conveniente acompañarlo con cuatro o cinco copas de vino blanco y saborear la sensación en boca y como suena al pasar por la garganta y es repetido por la montaña desafiándote a hacerlo cada vez más y más fuerte.
De segundo. "Platos estrellados" con un acompañamiento de vasos en pirámide, se acompaña de cubertería de bate de beisbol.
De tercero. "hoguera de objetos viejos flambeados " y pisada de brasas.

La mesa será recogida a las 4 de la mañana.